IDEAR UN SISTEMA repetible, transportable, una imagen corporativa.
Una construcción escueta. Una arquitectura mínima que se posa en el terreno.
La sencillez del programa y la amplitud de la parcela permiten un edificio en una única planta, dejando sitio para una futura ampliación.
La operación busca su rotundidad en una construcción escueta, lógica y sin alardes. Identificable como un único gesto.
El programa da la clave para el desarrollo de la idea: paquetes compactos de consultas, salas de espera intercaladas, concebidas como sustracción de aquellas y que permiten la construcción de transparencias que configuran el alzado.
Convencidos de la importancia de la imagen del edificio se plantea una fachada de chapa plegada; capaz de vibrar ante los cambios de luz e intensificar, mediante sus propios parámetros escalares, el grado de abstracción de la propuesta.
Este único elemento permite un doble tratamiento de huecos: la veladura mediante el troquelado de la chapa frente a la transparencia conseguida a través de la ausencia de material.
La solución se concreta en dos volúmenes paralelos, de idéntica crujía y altura, desplazados en planta para producir el ingreso entre ambos permitiendo la optimización del programa.