UNA CASA PARA TIEMPOS DE CRISIS
El cliente que busca no renunciar a una arquitectura hecha a medida merece el mayor de nuestros esfuerzos. Buscamos lo invendible, lo que nadie entiende, para conseguir que la arquitectura cuidada siga siendo posible, aún en estos casos extremos en los que tiene que servirse de una preexistencia.
En el caso de la casa CAGE encontramos una casa con un exterior bien dibujado y un interior muy compartimentado, producto de la autoconstrucción de sus dueños originales. La casa no se vendía porque sus posibilidades no eran para nada evidentes: los dormitorios eran pequeños y el cuarto de baño entre ellos impedía su ampliación; el salón-comedor era estrecho y difícil de amueblar y su ampliación no era posible por la estructura de la escalera original. La casa parecía oscura.
Sin embargo, tenía un gran potencial: un cambio de escalera, introducir la cocina en el garaje y cubrir un patio tendedero para sacar el cuarto de baño de la planta y organizar una nueva entrada entre la pieza del antiguo garaje y la vivienda, hacían posible conseguir una casa que sin ser grande se tuviese sensación de espacio amplio gracias a su planta libre.
Se confió el éxito de la propuesta a una idea de espacio continuo, con la escalera como objeto divisor. El interior de la vivienda se trata como un contenedor blanco, captador de la máxima luz. Se respetó al máximo la envolvente exterior poniendo en valor la época del proyecto.
Después de la obra el cliente ha conseguido que su inversión total sea inferior a la del precio de un solar en venta en esa zona.
Publicada en: Tu Reforma nº 5